viernes, 6 de mayo de 2016

Quiéreme libre

Recuerdo como ayer, en la ultima parte de la clase y analizando el dibujo que le había hecho a su madre por el cumpleaños, llegamos a una pequeña conclusión. Esa conclusión resaltaba que ella, a pesar de tener 5 años, parecía que le estaba intentando decir con el dibujo a su madre que la quisiera, pero que la quisiera libre.

Ese hecho me hizo recordar profundamente este domingo. Ese día yo le 
entregué una carta a mi madre en la que le decía algo muy similar.

Entre otras cosas que le agradecía y le pedía, le dije que me dejara mi espacio, que me dejara ser libre y cometer mis propios errores para aprender de ellos, que no me cortara las alas y me dejara volar. 

Su respuesta, me resulta dura recordarla. Un silencio seguido de palabras escritas en otra carta a modo de respuesta y en mensajes, que me hicieron sentir profundamente mal. Me hicieron llorar mucho, muchísimo.

Quizás no entendió que yo no le reprochaba nada, pues también decía lo orgullosa que estaba de todo lo que consiguió con su esfuerzo, pero no. Ella se quedó con lo malo, como muchas veces suele pasar. 

Sé que para una madre ha de ser duro escuchar esas palabras, o leerlas, pero aceptar los errores y pedir perdón por ellos, nunca está de más. 

Espero que llegue el día en el que se dé cuenta, en el que lamente el daño que me hizo con sus palabras y vea que yo no pretendía herirla, sino decirle que me dejara volar, vivir mi vida con responsabilidad, pero tomando yo mis propias decisiones acerca de lo que considere lo mejor para mi. Que si fuera una chica irresponsable o problemática, lo entendería. Entendería sus miedos o sus frustraciones, pero esta vez, no es el caso. 

Espero que llegue el día en el que me quiera libre, me deje ir, pero también me acoja al volver. 
Ese día en el que se dé cuenta de que solo tenemos una vida y esa vida hay que vivirla al máximo, sin lamentaciones y haciendo todo lo que se considere oportuno. 
Ese día en el que nuestros caminos se vuelvan a unir y nuestros brazos se junten en un abrazo. 
Ese día en el que los "te quiero" se digan más a menudo y no solo cuando hay visita o es un día señalado. 

Ese día todo habrá cambiado, ese día me querrá libre.

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