jueves, 25 de febrero de 2016

Cuando nuestro cuerpo se expresa.

El jueves pasado hicimos mandalas de chocolate en clase. Fue una experiencia muy divertida a la vez que dulce. Pilar nos dijo que tuviéramos en cuenta las emociones que sentíamos al hacer el mandala, puesto que si lo hacíamos con energía negativa podíamos somatizarla y ponernos malos.


Mi mandala lo hice dividido en dos mitades principalmente. La mitad derecha representaba “el mal”, lo hice con colores oscuros, conguitos negros, virutas de chocolate negro, etc. Sin embargo, la parte izquierda la hice más colorida, pues representaba la parte "buena", para ello usé lacasitos y virutas de colores.  


Al crear la parte derecha recuerdo una serie de sensaciones, como oscuridad, que pensaba en hacerlo lo mas oscuro, cargado y caótico posible (aunque al final le añadí un poco de color con varios lacasitos). Recuerdo que sentía agobio por la semana que había pasado, no muy buena, y recuerdo que le dije a mi amiga que quería aprovechar el jueves para remontar y dejar el agobio de la semana atrás. 


Me comí la parte de colores, sin embargo la derecha la tiré por si acaso.

Acabó la clase, y durante la semana me sucedieron una serie de cosas, no muy buenas. Yo pensaba que era mala suerte, pero al llegar a clase hoy y hablar de la división del cuerpo en dos mitades, me hizo reflexionar sobre el tema. 

-El domingo me levanté con la muñeca derecha abierta y me la tuve que vendar.
- El martes me noté un vulto en el pecho derecho, me di un susto, pero tras acudir al médico solo se trataba de un quiste.
- El mismo miércoles me levante con el moflete derecho irritado como con una especie de quemadura, y aún lo sigo teniendo.
- Y finalmente, llevo desde el lunes con el pendiente de la oreja derecha infectado, después de cuatro meses que me lo hice.


Pilar me aconsejó relacionar lo que me pasa con la parte derecha de mi cuerpo, pues podría ser que me intentara decir algo. 
La parte derecha del cuerpo humano está relacionada con la razón, el pensamiento y la paternidad, en cuanto a este aspecto podría añadir que llevo un tiempo en el que no tengo una relación del todo buena con mi padre y a mi eso me preocupa. En cuanto a la razón, soy una persona que da muchas vueltas a las cosas y eso provoca que me agobie. 
Quizá estas señales me quieren decir que arregle las cosas con mi padre, o que no le de tantas vueltas a las cosas, quién sabe. Lo que sí es seguro es que a mi me ha sorprendido la relación que había entre el mandala y su parte derecha y las cosas que me han pasado.

Son acontecimientos que  si no me hubieran pasado a la vez no le daría importancia, pero al suceder al mismo tiempo me llamó la atención que todo me pasara en el lado derecho y justo la semana después de hacer la actividad.

FIN




1 comentario:

  1. Gracias María muy interesante tu relación, ahora a escuchar el cuerpo, con calma y paciencia

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