lunes, 1 de febrero de 2016

Una ciencia que cambió mi vida.


Me gustaría hablar de un tema que ha sido clave en los últimos años de mi vida; la homeopatía. Hasta hace dos años no había oído hablar de ella, aunque fue clave en mi vida y tuve contacto con ella desde muy pequeña. 
Para quien no sepa qué es, se trata de medicina natural, y se podría calificar como una rama de la farmacéutica, si no me equivoco. Se ingiere a base de bolitas, gotas, infusiones, plantas y demás maneras. Una de las ventajas de esta ciencia es que carece de los efectos secundarios que producen los medicamentos químicos, pero para mí lo más importante es que tratan a la PERSONA, y no a su CUERPO. Hay una gran diferencia entre estos conceptos.

Trata con la persona en el sentido de que se produce una relación personal entre el médico y el paciente, en la cual el último responde a las preguntas que realiza el especialista sobre su vida, emociones, sentimientos, distintas situaciones, miedos, angustias, etc etc. En resumen, se interesa por la vida de la persona para llegar al problema que causa el mal en su cuerpo.

 Para conocer ese mal no basta con mirar la tapadera que es el cuerpo, sino que hay que indagar en el interior, que por cierto, es lo más complicado. Llevo 4 años sufriendo problemas de estómago, he visitado médicos por doquier, y sus diagnósticos solían ser 'digestión lenta', sin embargo ninguno ponía un remedio realmente eficaz. Mi madre, desesperada, decidió acudir a una homeópata. Gracias a ella conseguí controlar estos ataques que me impedían llevar una vida normal, y gracias a la medicina natural no me sucedieron más.
 En la visita a mi homeópata, Eli, podría decir que en cierto modo me conocí mejor. Ella me preguntó cosas de todo tipo, hizo un recorrido por toda mi vida en tan sólo dos horas, y no os podéis imaginar la cantidad de emociones que experimenté en ese tiempo; tristeza, alegría, orgullo de mi misma, pena, nostalgia, arrepentimiento, rencor, agradecimiento... Fue increíble. Ella me fue localizando cada sentimiento que causaba el mal a mi cuerpo y puso un antídoto. Por lo que no puedo estar más agradecida con ella. La homeopatía me ayudó en mi vida, pero no era la primera vez que lo hacía; Con tres años tuve artritis crónica juvenil, y gracias a que mi madre acudió a esta ciencia tan increíble, hoy en día puedo decir 'tuve' en lugar de 'tengo'. 
Con esto quiero decir que el cuerpo está totalmente relacionado con la mente, por eso no debemos ignorar lo que sentimos, pensamos y nos preocupa, pues si lo hacemos sufriremos las consecuencias en nuestro cuerpo. También es fundamental la voluntad y la fe, ya que una actitud positiva puede vencer casi todo lo que se propone, nuestra mente tiene los límites que nosotros le ponemos. Conócete como persona y no ignores la voz de tu yo interno, te ayudará mucho en tu vida escucharla.

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