jueves, 14 de abril de 2016

Pintando con los dedos


Pintar con las manos y dejarse llevar por lo que poco a poco va diciendo tu cuerpo es algo que muy pocas veces hacemos. 

Muchos dirán que es una guarrada, pero qué importa lo que diga la gente si tu eres feliz estampando tu mano llena de pintura contra el papel, si quieres dejar plasmado de una manera diferente aquello que pasa por tu cabeza. Que si es una guarrada como se dice, yo quiero más guarradas así en mi vida.

El no parar de sonreír con eso que estás haciendo en el momento no tiene precio, nuestras caras lo decían todo.   

Yo en esta entrada quiero compartir el proceso por el que fui pasando. Recuerdo que al principio empecé con un pequeño corazón rojo. esto se debe a que últimamente estaba anímicamente baja, cuando pensaba que las cosas no podían ir peor, apareció una persona en mi vida (concretamente el pasado 8 de abril) que me hizo ver las cosas desde otra perspectiva. Me levantó e hizo que todo cambiara; que eso que daba por perdido, lo intentara una vez más. Por eso, empecé dibujando un corazón, porque sentía como desde ese día poco a poco esa mala racha iba quedándose ahí en silencio, como vino, y ahora vienen tiempos mejores, mi corazón late con fuerza como lo hacia antes. Las ganas de comerme el mundo han vuelto. 

 Quizás sea esa también la razón por la que al final de mi proceso, de mi tarde de dibujos, quise hacer un resumen con "en todo caos hay algo que te salva" dentro de un corazón y un gran borrón al rededor. Esa es a la conclusión a la que he llegado en estos días en los que, con ayuda de esa persona, pude superar el caos por el que creía que estaba pasando.

Volviendo al proceso, después de corazón, decidí estampar mi mano en todo sitio que me pareciera oportuno: en mis dibujos, en los de compañeros que me dejaban... La mano, para mi, es una de las partes del cuerpo más importantes y a la que muy pocas veces valoro. Mi vida, al igual que la tuya, sería muy distinta si no tuviera manos, si no pudiera realizar con ellas todo lo que hoy y en cada segundo de mi vida, hago con ellas. No hay dos huellas dactilares iguales, por lo que no hay dos manos iguales. Esto hace que cada uno de nosotros seamos más especiales.

 

Como desde que empezó la asignatura, me gusta hacer referencia a mi abuela ya que es una asignatura que, aunque no de forma física o presencial pero sí de manera emocional, me ha unido mucho a ella. Por eso, después de hacer esas cosas, decidí volver a llevar una pequeña parte de mi antídoto a la realidad. 
Recuerdo que mi antídoto era escribir en un papel aquello con lo que me quede ganas de decirle antes de que se fuese; pues bien, "para mi, siempre serás mi pequeña" es algo que siempre me decía. Me recordaba que no le importaba la edad que tuviera, para ella siempre iba a seguir siendo "su pequeña". Por ello, quise recordarselo de algún modo porque sé que, esté donde esté, ella lo habrá visto y sonreído. 


Tampoco pude pasar por alto a mi madre y a mi padre, estamos pasando por momentos no muy buenos así que una subida de ánimo y demostrar que estoy aquí para lo que haga falta, no viene mal. 

De esto último me quedo con la cara de mi madre al ver que ese pedacito de papel, aunque fuese algo insignificante, se lo había llevado de recuerdo. Como ella me ha dicho: "pensé que no lo ibas a traer, muchas gracias por acordarte". Su cara al verme entrar por la puerta de casa enseñándoselo, no tenia precio. Parecía que le traía el boleto ganador de la lotería, pero ¿qué mayor lotería que los pequeños detalles que se dan porque sí?

Hay que dejarse llevar, sacar lo que uno lleva dentro sin importar lo que digan los demás. han habido dibujos muy bonitos, más bonitos que los míos diría incluso, pero si son simples dibujos y no hay nada tras ellos, creo que poco valen entonces.



Si algo he aprendido de ellos es que las cosas cuando se hacen con cariño (o amor como dicen ellos), salen mejor. Por eso, en esta tarde he querido dar todo de mi, hacer cosas un poco más personales, aunque a veces está bien eso de dibujar por dibujar. 



Sin duda, ha sido una tarde fantástica en la que nuestras sonrisas, comentarios, canciones que íbamos poniendo... lo iban diciendo todo. 
Me quedo con que he podido sacar mi "yo" más personal de una manera más creativa, pocas veces lo hago. Ha sido una clase genial, de la que he disfrutado y aprendido mucho a nivel personal y emocional; entender un poco más aquello por lo que he pasado últimamente, valorar esos pequeños actos que ciertas personas han ido haciendo por mi y quedarme, como siempre, con el lado bueno de las cosas. 

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