lunes, 4 de abril de 2016

Enanita por un día.

Para este jueves la actividad era disfrazarse de un personaje del cuento de Blancanieves, asociarlo a un color y crear tu propio antídoto contra la malvada bruja.
Como dice el título, escogí a uno de los siete enanitos. El enanito feliz.
Desde pequeña me ha encantado este cuento, todavía recuerdo como me lo leía mi madre antes de dormirme, y la película si no me la vi cincuenta veces no me la vi ninguna. Como casi todas las niñas Blancanieves era mi personaje favorito, a la cual admiraba, sin embargo los enanitos siempre me han gustado mucho debido a lo graciosos que son.
Mi favorito era mudito, porque me identificaba con él al ser tímida de pequeña.

Sin embargo decidí no disfrazarme de mudito, sino de feliz. Realmente es un personaje al que no he dado particular importancia en la película, no me acordaba de que había un enanito feliz, pero al enterarme tuve claro que quería disfrazarme de él.
¿Por qué elegí este personaje? Realmente lo elegí porque me gusta cuando la gente está feliz, cuando sonríe por alguna razón y se le iluminan los ojos. Cuando las personas están felices parecen distintas, podría decirse que se ven más guapas. Por eso cuando veo que gente de mi entorno no consigue esa felicidad hago todo lo posible para que la alcance. En las clases de infantil me siento como el enanito feliz muchas veces, porque los niños siempre tienen una gran facilidad para hacerte sonreír. Si un niño te sonríe, creo que pocas personas pueden no devolverle la sonrisa. A veces pienso que sería genial no perder esa felicidad innata que los niños llevan en su interior. De hecho el enanito feliz al estar sonriendo siempre recordaba bastante a un niño, y también a la gente que se ríe mucho se le dice “disfruta como un niño”. No deberíamos perder a esos niños internos cargados de felicidad, y deberíamos prestarles más importancia, porque la felicidad que tenemos es en parte por ese niño que llevas dentro y que nunca te abandona.
Elegí el color naranja porque me parece un color vivo, me recuerda al sol y a la luz y me parece que transmite felicidad. Como aquellos días en los que te despiertas y asoma un sol radiante por la ventana y ese simple hecho te provoca una sonrisa y ganas de empezar el día por lo alto.

En cuanto a mi antídoto, escogí un collar que tiene mucha importancia para mí. Lo tengo desde hace cinco años, y desde que me lo compré dije que sería mi amuleto de la suerte. Durante muchos años no me lo quitaba de encima e incluso lo besaba antes de dormir y pedía un deseo. Siento que cuando lo llevo me da seguridad y me hace pensar que voy a tener suerte. Tiene incrustado una canica, la cual se iluminaría con la presencia de un problema, como el veneno de la manzana, y esto nos permitiría estar alerta. Para vencer el veneno de la bruja, llevé una colonia con forma de manzana, un perfume que anula el veneno y espanta los males. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario